MANUEL HERNANDEZ RAMIREZ EN LA OPINION!!!


ESCRITO POR KAISER
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  • jm_13kucho@hotmail.com
Para muchos Paulo es en escritor que se dedica a dar consejos  de superación porque así lo entiende, para otros como un servidor es un escritor en el cual va narrando acontecimientos de la vida, y entonces por ende uno mismo le va encontrando el sentido, le va encontrando respuestas a muchas cuestiones que uno tiene.
Una vez escuche que debemos de buscarnos un amante, que es muy bueno, y dije guau yo me consigo unas dos o tres, pues imagínense tener tres amantes sería lindo, a lo que se refería cuando hablaba de amante o amantes, era ni más ni menos que tuviera uno un gusto por al arte, leer, escribir, pintar esculpir, y todas las actividades que se puedan imaginar referentes al arte, y yo me gustaron dos: leer y escribir.

Mi profesor de Filosofía, Sergio Peregrina, a quien por cierto le mando un saludo y quien fue el que enseño el gusto por la  Filosofía, quien me enseño autores como  SorenKierkergard, Federico Nietzsche, María Zambrano, Rene Descartes, Martin Lutero, entre otros, recuerdo que en una clase explico que todos debemos de tener una Ariadna, una guía, y que podía ser, un amigo, una novia, un familiar pero también me dijo un libro, y que puede ser nuestro guía. Y en eso se volvieron varios libros para son mis guía, y que cuando tengo algún problema recurro a ellos y mágicamente leyendo encuentro la respuesta a mi problema.

En esta ocasión el ZAHIR no fue la excepción, cuando lo  leí hace aproximadamente un año y medio, me dio muchas respuestas a un problema que tuve amoroso y que a pesar de que ya había pasado no lograba entender muchas cosas.

Paulo Coelho es un escrito que nació en Brasil el 24 de agosto de 1947,  letrista brasileño, novelista y dramaturgo,  ha escrito una infinidad de obras maravillosas como la del Alquimista, donde una frase célebre, “Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.”, solo por mencionar algunos títulos, EL teatro en la educación, Manual práctico del vampirismo, Brida, VeróniKa debe morir, Once minutos, Como el río fluye, A orillas del río piedra me senté y llore el Zahir entre otros y en este texto hablaremos del Zahir quien además tuvo una importante condecoración ganando el Premio Kiklop por El Zahir en la categoría “Hit of theYear” (Croacia, 2006).
El Zahir originalmente es inventado por José Luis Borges, un escritor argentino de la década de 50, en donde en una de sus obras crea esta palabra que significa.
Para José Luis Borges la idea del Zahir procede de la tradición islámica, y se estima que surgio en torno al siglo XVII. En árabe Zahir significa visible, presente, incapaz de pasar desapercibido. Algo o alguien, una vez entramos en contacto, acaba ocupando poco apoco nuestro pensamiento, hasta que no somos capaces de concentrarnos en nada mas. Se puede considerar santidad o locura.
Coelho retoma esta definición y de hecho así comienza esta obra, y nos narra la historia de un escritor, que está en la cárcel porque su mujer había desaparecido, y él era el primer sospechoso, Esther su esposa no estaba y no había dejado rastro siquiera de donde podría estar, él es un reconocido escritor de élite de Paris, entonces se lleva la investigación y el inocente, le dice que es usted libre.
Él se pregunta ¿qué es la libertad? Cuando ha pasado toda su vida siendo esclavo de algo, cuando era pequeño tuvo que pasar muchos golpes, contra aquellos que decidieron que él fuera a quien molestaran, tuvo que sentir dolor de tantos puños que lo golpeaban, para que no fuera esclavo de nadie, por tener un trabajo que le permitiera pagar sus gastos para librarse del chantaje familiar, nosotros te damos dinero.
Más tarde en la época de su juventud tuvo que luchar contra sus padres porque querían que fuera ingeniero y el no, él quería ser escritor lucho por la idea socialista con los legados de Carlos Marx y término en la cárcel, pero en este movimiento de Hippie conoce a unos muchachos que tienen un grupo de rock y el les enseña unas canciones que ha escrito, a los del grupo les gustan y las cantan, el grupo se hace famoso, la disquera lo contrata para que siga escribiendo para el grupo y otro cantantes, lucha contra su matrimonio, el primero, pero se acaba, el segundo y el tercero. Entonces es libre tiene dinero, fama, las mujeres que quiere pero se siente sólo, confundido porque su mujer lo dejo.
Empieza describiendo como llega a hacer escritor, cuando estaba trabajando para la disquera tuvo problemas, pero ya tiene suficiente capital para sobrevivir bien durante un tiempo, entonces una reportera le pide una entrevista y él se la concede, el nombre de la reportera Esther, a quien seduce y bueno terminando teniendo una relación, cuando se dan cuenta ellos ya viven juntos y bueno, él su ilusión es escribir un libro pero siempre lo posponía porque siempre encontraba un  pretexto.

Esther le compra un tour por España y Portugal para que en ese mes él se valla y escriba, y sí, se va esta unos días en España conoce a una muchacha tiene sexo y aún no escribe nada, después e va a Portugal y de repente le fluyen las ideas y sale el primer libro, pero está en borrador, regresa a Francia y se lo enseña a su mujer pero dice que le hace falta algunos retoques, un día llega él y se da cuenta de que ya no está el borrador, Esther ya lo había mandado a un ex novio que era gerente de un editorial y lo publican, el libro todo un éxito se agota la primera impresión, la segunda también, se traduce al español, al inglés, todo un éxito.

Ella por su parte desea superarse en el ámbito profesional y decide ser corresponsal de guerra y se va a cubrir a Asia, él, le dice que no que pues porque lo hace si ella tiene todo lo que desea y dice que es por superación profesional y bueno se va en donde conoce a  Mikahil quien es su traductor.

Por su parte él en esta búsqueda incesante por encontrar a su esposa conoce a una cantante italiana, con la cual tiene un romance, pero sigue pensando en Esther.
Después de casi dos años en una firma de libros, llega un hombre, y le dice en una  nota que ella está bien entonces él se da cuenta de que el hombre conoce a Esther y le pude decir donde está, lo invita a celebrar con sus colaboradores, entonces van y él le dice a Mikahil que es de medio oriente y que está en un grupo de Armenio que se reúnen los jueves y cuentan cosas bonitas como un tipo de pláticas, él sabe que Mikahil sabe dónde está su mujer y bueno después de varios días lo lleva en donde esta Esther, quien está leyendo su último libro y embarazada, platican y ahí termina.

Aquí en esta obra nos muestra como él la va buscando y a pesar de que se da cuenta de algo, sin ella puede vivir, pero aun, así el desea saber en dónde está, los motivos por los cuales se fue, porque muchas veces cuando alguien se marcha es lo primero que te preguntas, que hice mal, en dónde falle, porque uno piensa que es culpa totalmente de nosotros, si esa relación llego a su fin, es una búsqueda incesante de tratar de encontrar el génisis del problema. Es una lucha interna en dónde intervienen  factores como el sentimiento, el odio hacía esa persona, hacía nosotros mismo por haber fallado, sin saber que en realidad ella ya no quería estar con nosotros o tenía otra meta.
Les recomiendo ampliamente este libro ya que tiene una gran cantidad de mensajes y buenas frases para reflexionar, además de que la narración es excelente y atrae mucho, y por supuesto no tiene un lenguaje tan técnico y es fácil de digerir.

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MANUEL HERNANDEZ RAMIREZ EN LA
OPINION
NOVIEMBRE





Bueno antes de hablar del porfiriato necesitamos hablar sobre la persona misma y sus antecesores como es sabido por algunos pocos él era un guerrero por naturaleza el peleo al lado de Benito Juárez era su brazo derecho, en el caso personal considero que Benito Juárez no hubiese llegado a la presidencia sin la elemental ayuda de Porfirio Díaz, una vez que llego a la presidencia considero que este pequeño hombre con convicciones limpias en un principio se estaba contaminando con el poder ya que se reeligió en la presidencia si no hubiese muerto de un paro cardiaco ahora mismo estuviéramos hablando del Juárez en lugar del porfiriato, considero en mi humilde opinión que este su maestro (Juárez) fue su ejemplo a seguir una vez tomada la presidencia Porfirio Díaz de alguna manera cumplió los deseos de su antecesor no podemos hablar mal del benemérito por que no cometió ningún mal el tiempo no lo permitió, pero su defensor cumplió casi a cabalidad algunos de los deseos de Juárez, como la revolución industrial, trenes, electricidad y más el problema fue olvidarse de los pobres la llamada ley de baldíos dio inicio a la revolución mexicana en el lado sur de México y la no a la reelección en el norte, Porfiro Díaz aparte de ser un idealista consideraba que no había nadie capaz de dirigir esta nación o tenía miedo de que el trabajo arduo de su maestro Benito Juárez y el de el mismo se viniera tierra ya que si recodáramos la historia acabábamos de expulsar a los americanos y franceses de nuestras tierras hay mucho de qué hablar que nos faltaría espacio en este foro para hablar sobre este tema espero te sirva esto que te escribo.... un concejo personal no veas nuestra historia como un trabajo más de tarea estúdiala pensando en las miles de personas que dieron la vida por nosotros, más que leer la historia siéntela y te apasionara nosotros somos el fruto de la historia.


Porfirio Díaz
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori nació en Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830. Murió  París, Francia, 2 de julio de 1915— fue un militar y político mexicano, que ocupó el cargo de Presidente de México, en dos ocasiones; la primera del 5 de mayo de 1877 al 1 de diciembre de 1880, siendo sucedido por su compadre Manuel González. Asumió por segunda ocasión el cargo del 1 de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911, fecha en que firmó su renuncia.
En 1846 ingresó al seminario, que abandonó en 1850, cuando ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, considerado herético. Tras egresar, se unió a Juan Álvarez, quien dirigía la Revolución de Ayutla, contra Antonio López de Santa Anna. A la caída de Santa Anna, Benito Juárez, fue nombrado gobernador de Oaxaca, mientras que a Díaz se le confirió el mando político en Ixtlán. En 1859, estalló la Guerra de Reforma, provocada por la promulgación de la Constitución de 1857. Díaz participó como militante en las fuerzas liberales al mando de Jesús González Ortega. Luego del triunfo liberal, Porfirio Díaz se convirtió en diputado por su estado natal, y en abril de 1861 le fue concedido el cargo de general de división.
Participó en la Segunda Intervención Francesa en México, donde luchó bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza en la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862. Un año más tarde, peleó en el Sitio de Puebla, ciudad que tomaron los franceses el 18 de mayo de 1863, e hicieron preso a Díaz, quien estuvo a punto de ser extraditado a Francia, pero logró escapar y encontrarse con Juárez en la Ciudad de México, quien le encomendó formar un ejército de resistencia en Oaxaca. En marzo de 1865, el mariscal Aquiles Bazaine tomó Oaxaca y Díaz de nuevo fue hecho prisionero y llevado a Puebla, de donde escapó en agosto. Tras escapar, reinició sus actividades en Oaxaca, derrotó a los franceses en la Batalla de Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera.
En cuanto a mí toca, no tengo un nuevo ideal del estadista para hacer cambiar las opiniones del lector, sino que presento los hechos.
La esclavitud y el peonaje en México, la pobreza y la ignorancia y la postración general del pueblo se deben; en mi humilde opinión, a la organización financiera y política que en la actualidad rige en ese país; en una palabra, a lo que llamaré el sistema del general Porfirio Díaz.
Es verdad que estas condiciones se han arrastrado por gran parte de la historia de México desde pasadas generaciones. No quiero ser injusto con el general Díaz en ninguna forma; pero a pesar de que los señores españoles hicieron del pueblo mexicano esclavos y peones, nunca lo quebrantaron y exprimieron tanto como se le quebranta y destruye en la actualidad. En tiempos de los españoles, el peón tenía por lo menos su pequeña parcela y su humilde choza; pero hoy no tiene nada. Además, la Declaración de Independencia proclamada en 1810, declaró también la abolición de la esclavitud. Esta fue abolida, pero no enteramente: los gobiernos mexicanos que se sucedieron, gobiernos de clase, de la Iglesia o personalistas, mantuvieron al pueblo en servidumbre, aunque con menor severidad. Por último advino un movimiento democrático que rompió la espina dorsal de la Iglesia; que derribó el gobierno de una casta; que adoptó una forma de gobierno tan moderna como la norteamericana; que libertó al esclavo tanto de hecho como de palabra; que devolvió las tierras del pueblo al pueblo; que lavó toda la sangre derramada en el pasado.
Pero el propio Díaz ..., ¿no es una muy buena persona? Esta pregunta aparece, casi de modo invariable, en labios del norteamericano ordinario, en cuanto éste se entera por primera vez de la esclavitud, el peonaje y la opresión política de México. Aunque esta pregunta es otra prueba de que los agentes de prensa de Díaz han hecho bien su labor, vale la pena que la examinemos por separado.
La estimación común de los norteamericanos sobre la personalidad de Porfirio Díaz, por lo menos en los últimos dos años, en realidad ha establecido que ese presidente es una muy buena persona. Después que James Creelman publicó en Pearson´s Magazine su famoso artículo laudatorio, Teodoro Roosevelt le declaró en una carta que entre los estadistas contemporáneos no había ninguno más grande que Porfiriio Díaz.
En el mismo año, durante un viaje a México, William Jennings Bryan habló en los términos más elogiosos de la gran obra de Díaz. David Starr Jordan, de la Universidad de Stanford, en recientes discursos se ha hecho eco de la afirmación de Creelman de que Díaz es el hombre más grande del hemisferio occidental; centenares de los más distinguidos ciudadanos norteamericanos se han expresado en términos similares. En cuanto a los norteamericanos prominentes que viajan por México, se ha hecho costumbre -especie de protocolo de viaje- un banquete en el Castillo de Chapultepec -los de menor categoría, en el café de Chapultepec- y levantar la voz de sobremesa, para expresar los más extravagantes elogios de Porfirio Díaz y atribuirle las virtudes de un superhombre, y aun de semidios.


Al juzgar la vida de un hombre, en especial si es un hombre que ha decidido la suerte de millares, que ha salvado una nación o la ha deshecho, las pequeñas virtudes y los pequeños vicios cuentan poco; los actos insignificantes para bien o para mal sólo son importantes en conjunto. Un hombre puede haber cometido graves crímenes; pero si ha otorgado al mundo más alegría que tristeza, se le debe juzgar con benevolencia. Por otra parte, pueden atribuírsele actos laudables; pero si ha detenido las ruedas del progreso por algún tiempo para alimentar su propia ambición, la historia no lo absolverá de este delito. Lo que cuenta es el saldo; lo que decide es la balanza. Si se pesaran las buenas y las malas acciones de Porfirio Díaz, ¿acaso no aparecería muy menguado ..., terriblemente menguado? Sus amigos pueden cantarle loas; pero cuando ellos, sus mejores amigos empiezan a especificar, a puntualizar sus razones para colocarlo en un alto nicho del altar de la fama, ¿no se advierte que ellos mismos se transforman en sus acusadores, en vez de abogados? ¿Acaso no resulta Díaz convicto por la boca de quienes dicen alabarlo? Según nuestro ideal de lo que es un estadista y nuestro concepto de la criminalidad, ¿no hemos de juzgarlo, no como estadista, sino como criminal? Y puesto que no hay persona en el mundo que ejerza tanto poder sobre tantos seres humanos ¿no lo juzgaremos como el criminal más colosal de nuestra época?,
Porfirio Díaz es en verdad una figura sorprendente. Debe de ser un genio de cierta clase y tiene que haber en él, sin duda, algunos rasgos de carácter dignos de admiración. Examinemos algunos de sus actos, con el propósito de descubrir si se le puede o no llamar con justicia el mejor estadista del presente, o el hombre más grande de las Américas.
Primero examinemos las razones tan generalizadas sobre las cuales se basa su buena fama en el extranjero. Son tres las principales: 1) que Díaz ha hecho el México moderno; 2) que ha traído la tranquilidad a México y, por lo tanto, debe considerársele como una especie de príncipe de la paz; y 3) que es un modelo de virtudes en su vida privada.
¿Ha hecho Porfirio Díaz el México moderno? ¿Acaso México es moderno? A duras penas. México no es moderno ni industrialmente, ni en materia de educación pública, ni en su forma de gobierno. Industrialmente se halla atrasado por lo menos en 25 años respecto a los últimos adelantos; en materia de educación pública, su atraso es por lo menos de 50 años, y su sistema de gobierno es digno del Egipto de hace 3 mil años.
Es verdad que México ha logrado ciertos avances en algunos aspectos, sobre todo en el industrial, durante los últimos 34 años; pero en este solo hecho Porfirio Díaz no significa ninguna fuerza impulsora. Para demostrar lo contrario, ¿no sería necesario probar que México ha avanzado más de prisa que otros países en ese periodo? Y si llega a demostrarse que su progreso ha sido más lento que el de casi cualquier otra de las grandes naciones del mundo en los últimos 34 años, ¿no sería lógico atribuir a Díaz por lo menos algo de esa fuerza retardataria?
Considérese lo que eran los Estados Unidos hace 34 años y lo que son hoy, y hágase la misma consideración respecto a México. Considérese que el mundo ha sido reconstruido, industrialmente, en los últimos 34 años. Para hacer la comparación irrefutable, dejemos a un lado a los Estados Unidos y a los países europeos y comparemos el progreso de México con el de otros países latinoamericanos. Entre las personas que han viajado con frecuencia por Argentina, Chile, Brasil y aun Cuba, existe la opinión coincidente de que México es el más atrasado de los cinco ..., en materia de gobierno, en materia de educación pública y aun de industrialización. ¿Quién hizo a la Argentina? ¿Quién hizo a Chile? ¿Quién hizo al Brasil? ¿Por qué no encontramos un hacedor de estos países? Lo cierto es que la modernización que México ha logrado durante los últimos 34 años tiene que atribuirse a la evolución, es decir, al progreso general del mundo, y de ningún modo a Porfirio Díaz. En general, éste ha sido una fuerza reaccionaria, y sus pretensiones de progresista se fundan sobre un hecho: haber alentado al capital extranjero.
Porfirio Díaz es en verdad una figura sorprendente. Debe de ser un genio de cierta clase y tiene que haber en él, sin duda, algunos rasgos de carácter dignos de admiración. Examinemos algunos de sus actos, con el propósito de descubrir si se le puede o no llamar con justicia el mejor estadista del presente, o el hombre más grande de las Américas.
Primero examinemos las razones tan generalizadas sobre las cuales se basa su buena fama en el extranjero. Son tres las principales: 1) que Díaz ha hecho el México moderno; 2) que ha traído la tranquilidad a México y, por lo tanto, debe considerársele como una especie de príncipe de la paz; y 3) que es un modelo de virtudes en su vida privada.
¿Ha hecho Porfirio Díaz el México moderno? ¿Acaso México es moderno? A duras penas. México no es moderno ni industrialmente, ni en materia de educación pública, ni en su forma de gobierno. Industrialmente se halla atrasado por lo menos en 25 años respecto a los últimos adelantos; en materia de educación pública, su atraso es por lo menos de 50 años, y su sistema de gobierno es digno del Egipto de hace 3 mil años.
Es verdad que México ha logrado ciertos avances en algunos aspectos, sobre todo en el industrial, durante los últimos 34 años; pero en este solo hecho Porfirio Díaz no significa ninguna fuerza impulsora. Para demostrar lo contrario, ¿no sería necesario probar que México ha avanzado más de prisa que otros países en ese periodo? Y si llega a demostrarse que su progreso ha sido más lento que el de casi cualquier otra de las grandes naciones del mundo en los últimos 34 años, ¿no sería lógico atribuir a Díaz por lo menos algo de esa fuerza retardataria?
Considérese lo que eran los Estados Unidos hace 34 años y lo que son hoy, y hágase la misma consideración respecto a México. Considérese que el mundo ha sido reconstruido, industrialmente, en los últimos 34 años. Para hacer la comparación irrefutable, dejemos a un lado a los Estados Unidos y a los países europeos y comparemos el progreso de México con el de otros países latinoamericanos. Entre las personas que han viajado con frecuencia por Argentina, Chile, Brasil y aun Cuba, existe la opinión coincidente de que México es el más atrasado de los cinco ..., en materia de gobierno, en materia de educación pública y aun de industrialización. ¿Quién hizo a la Argentina? ¿Quién hizo a Chile? ¿Quién hizo al Brasil? ¿Por qué no encontramos un hacedor de estos países? Lo cierto es que la modernización que México ha logrado durante los últimos 34 años tiene que atribuirse a la evolución, es decir, al progreso general del mundo, y de ningún modo a Porfirio Díaz. En general, éste ha sido una fuerza reaccionaria, y sus pretensiones de progresista se fundan sobre un hecho: haber alentado al capital extranjero.
¿Es Díaz un valiente? En algunos grupos se ha aceptado como cierto que es un hombre valeroso, puesto que triunfó como soldado; pero muchos mexicanos distinguidos, después de observar su carrera, afirman que no sólo no es valiente, sino que es un cobarde, pusilánime y rastrero. Además, citan muchos hechos para apoyar su afirmación. Al conocer las noticias del levantamiento de las vacas, en los últimos días de junio de 1908, don Porfirio enfermó de modo repentino y tuvo que guardar cama cinco días. En los altos círculos gubernamentales se rumoreaba -la información, según se dice, provenía de uno de los médicos-, que el presidente padecía de una enfermedad común que ataca a los sobrecogidos por un terror pánico agudo.
Se atribuye al miedo el hecho de que, cuando Díaz se apoderó de la presidencia, excluyó cuidadosamente de cualquier puesto en el gobierno a los más populares y capaces mexicanos de la época. El mantener un gran ejército, distribuido en todos los rumbos de la nación, y un enorme cuerpo de policía secreta, dotado de facultades extraordinarias para matar por simples sospechas; la forma terrible en que se deshace de sus enemigos; sus matanzas sangrientas, y aun su mordaza en la prensa, todo ello se atribuye a pura cobardía. En su libro Diaz, zar de México, Carlo de Fornaro expone su creencia en la cobardía de Díaz y razona de modo convincente. Dice:
Como toda la gente que se enoja con rapidez (Díaz), no carece en realidad de temor, pues como dice la canción de la selva: El enojo es el huevo del miedo. Temeroso y por eso siempre vigilante, se salvó de la destrucción por estar siempre alerta, como la liebre que por sus largas orejas se libra de que la capturen. Consideró equivocadamente la crueldad como fuerza de carácter y, en consecuencia, siempre estaba dispuesto a aterrorizar por temor de que lo juzgaran débil. Como resultado de la ultrajante ley del níquel y el pago de la famosa deuda inglesa en el periodo de Manuel González, surgió un motín. Acuchíllalos a todos, sugirió Porfirio Díaz a González; pero no tenía miedo.
El año pasado, el 16 de septiembre, los estudiantes mexicanos proyectaron desfilar por las calles de la Ciudad de México y enviaron a su representante, un señor Olea, para solicitar el permiso del presidente. Porfirio Díaz respondió: Sí, pero tengan cuidado, porque los mexicanos tienen tendencias revolucionarias en la sangre. ¡Imaginen a un centenar de jóvenes desfilando desarmados, considerados como una amenaza para la República, con 5 mil soldados, rurales y policías en la capital!Sólo si se admite la existencia de este vergonzoso y bien oculto estigma, tras de la aparente fachada de valor de este hombre, podemos explicar lógicamente actos tan despreciables e infames como las matanzas de Veracruz y de Orizaba. Fue entonces presa del pánico, como un hombre extraviado que dispara sobre errabundos fantasmas nocturnos: estaba tan aterrorizado que la única manera de librarse del miedo era aterrorizar a su vez.